Un día duro…

Publicado el: martes 12 enero, 2021

Pocos recuerdan en Madrid una nevada como la de estos días…

Pero os contaré una pequeña historia…

Ayer, a las 17:15, recibo un whatsapp de Andrei:   «Hola, ¿necesitas que despejemos la entrada del almacén o cualquier otra cosa?»

Lo cierto es que había pensado en esperar a que pasaran dos o tres días y se quedara todo «naturalmente despejado», pero el ofrecimiento me pareció bastante ilusionante.   Nos garantizaba poder salir el domingo en la última cabalgata de Reyes Magos que hemos tenido que retrasar por el temporal.

Así que… ¡vamos!.

Y esta mañana, a primera hora, estaban Andrei y Jesús preparados para la «operación limpieza».

No era una labor cualquiera.   La rampa de salida del almacén ya empezaba a tener capas de hielo, estaba toda nevada y varias ramas de árboles se habían tronchado sobre la cuesta.   Todo un reto.   A primera hora, no teníamos palas.   Unicamente un cepillo y un rastrillo comprado «en el chino» y un recogedor de basura metálico.   No había más…

Pero una llamada de Isabel al portero de la finca y…   ¡voilá!.   Dos palas y una viga de hierro para romper el hielo.   ¡Espectacular!

Manos a la obra.   Poco a poco, con la energía que proporcionan los veinte años, se fue despejando todo.

Si llego a hacer una apuesta a primera hora… ¡hubiera perdido!.

Mientras se realizaba la limpieza…   llamadas de teléfono.

En Cañada Real necesitan tiendas de campaña y ropa de abrigo.   Están durmiendo en la iglesia con muchísimo frío.   No disponen de medios…

Y en Pitis…  ¡no hay agua!.   El Ayuntamiento no puede repartir agua en los depósitos en los que periódicamente lo hace.   Y no tienen para beber.   Lo están pasando muy mal.

Pero… ¡el almacén ya tiene acceso con coche!   ¡podemos llevarlo!

Y yo pensaba en que todo quedara «naturalmente despejado…».

A veces, los ángeles se disfrazan de Jesús, Isabel y Andrei para dejar todo preparado antes de conocer las necesidades.

¿Casualidad?    Como quieras verlo…

 

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