Primer empleo

Quizá hayas escuchado o leído noticias en las que algunos progenitores maltratan, violan, humillan o prostituyen a sus propios hijos. Quizá sin sufrir estos maltratos, sus progenitores se han abandonado a las drogas, al alcohol o no se encuentren en la capacidad de atender a sus hijos.

Quizá el primer pensamiento o sentimiento hacia estos delincuentes haya sido de odio y rabia.

Quizá les hayas deseado que vayan a la cárcel por el resto de sus días.

Quizá hayas pensado en «pobres niños…»

Y quizá, dos horas después, la siguiente noticia del telediario o del periódico haya hecho olvidar esa rabia por el agresor o esa lástima por los afectados.

Y estos niños…  ¿dónde se encuentran?  ¿qué es de sus vidas?

Estos niños viven la mayor injusticia social posible.   Sin ninguna responsabilidad propia, se ven abocados a superar el trauma del maltrato, de la separación de sus padres, de un cambio de tutela por parte de un organismo público, de una nueva vida… Y viven con la «espada de Damocles» que, a los 18 años, hayan sufrido retraso escolar o no, deben subsistir por sí mismos.  Este hecho les condiciona su formación. Deben estar preparados para comenzar a trabajar y poder mantenerse.   Deben superar cientos de dificultades a lo largo de su vida y, en muchos casos, pueden decir…  ¡yo no tuve una oportunidad!

Con este fin nació el programa Primer Empleo. Para que estos niños puedan tener, por lo menos, una oportunidad.  Igual que la tienen tus hijos.

El proyecto, al igual que #Reintegradas, es un proyecto de construcción de futuro. De apoyar a las instituciones que actualmente les dan acogida con oportunidades de estudio y formación para estos chicos y, cuando cumplan los 18 años y si son merecedores del resto de ayudas, apoyarles en su residencia, trabajo y autonomía académica, profesional y personal.

Ya el verano pasado, media docena de estos chicos participaron en los campamentos de verano que ESNE realiza anualmente, despertando en ellos nuevos horizontes profesionales y transmitiendo ilusión y esperanza en el desarrollo académico actual.

Y seguimos en contacto con estas instituciones para ofrecerles a estos chicos un poco de esperanza: ¡una oportunidad! Varias empresas han ofrecido su apoyo al proyecto y muchas personas a nivel personal han realizado donaciones particulares para el desarrollo del mismo.

Y aquí, más que nunca, os necesitamos a todos.   Juntos podremos hacerlo.

Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo.