Cada día más persona

La entrada en la casa del Proyecto Persona es ruidosa porque al perro no le inspiramos confianza; es grande, lanoso y pacífico, quiere conocernos bien antes de que pasemos a la sala de juegos de los niños. Está acostumbrado a moverse entre ellos, se deja acariciar, les sigue en sus paseos, percibe cuando a veces se portan mal y los cuida de cerca.

En esta casa viven cinco niñas y Rayan, bajo la atenta miranda del Padre Jorge y las atenciones de las terapeutas. Está al máximo de su capacidad, pero el Padre ya está soñando con mudarse a una mayor y poder acoger a otros pequeños. En su mente ya tiene clara la organización, los dormitorios, la sala de juegos, la sala de terapia… Trabaja día a día para desarrollar al máximo todas las capacidades de los niños, les llena de besos, consejos, riñas y juegos.

Seguimos charlando y nos cuenta qué planes de futuro tiene para cada niña y para Rayan. Para conseguirlo hay que trabajar mucho, hay que dedicar la vida como él lo hace. Algunos niños no llegarán a ser independientes del todo, otros serán lo suficientemente maduros para vivir con sus familias al cumplir los dieciocho.

Tiene un equipo de especialistas que podían ser la portada de una revista de moda, ¡guapas a rabiar! Hemos tenido suerte porque hoy están todas, las que trabajan entre semana y las de los fines de semana.  Para conseguir cosas se necesita mucha ayuda, han comprobado que deben ser “visibles”, y hoy están preparando su página web.

Allí, con todo el respeto que los niños merecen, contarán su proyecto y esperan que la gente los conozca y los ayude. Hay muchas formas de ayudar.

Hoy venimos a comprobar qué tal se ha adaptado Rayan al bipedestador, es un aparato fabricado a su medida que le permite aumentar la movilidad. Le mantiene erguido y así participa mucho más de la vida. Nos escribía en su carta, cuando lo pidió, que usaba uno en el colegio, pero tenía que compartirlo con otros niños. Ahora tiene uno propio y lo está disfrutando de verdad. Avanza ha podido comprarlo gracias a la recaudación del concierto de Navidad del grupo contraluz y a la donación del programa Apadrina de la  Fundación PwC.

Aprovechamos para llevar material de trabajo a los peques, la terapeuta lo abría despacito, disfrutándolo, viendo a quién podía venirle mejor cada cosa. Van a pintar con rotuladores, con las manos y con acuarelas; jugarán con mosaicos, puzzles, sellos y pegatinas. Como premio, cuando corresponda, les darán un diario “con candado” a las mayores para guardar sus secretos. Aquí todo tiene una medida y un propósito. Avanza conoce cómo se trabaja aquí y cómo puede ayudar, por eso, esta mañana hemos seleccionado las cosas para ellos con mucho cariño.

Son las siete y media y el Padre Jorge, con el casco en la mano, se despide porque tiene que llegar a misa, ¡no empieza sin él! Pero nosotros esperamos a que Rayan salga del baño, relajado y sonriendo para poder decirle que volveremos pronto y que siga avanzando como Persona con toda la ayuda que desde Avanza ONG podamos darle.

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