¿Y tú?¿Qué te llevas?: Fiesta Solidaria de Verano

El fin de semana del 2 al 4 de junio fue prácticamente un maratón solidario: Torneo de Pádel, Fiesta de Fin de Curso en Las Tablas, Cumpleaños Solidario con amigos de la Cañada y Fiesta de Verano con niños con síndrome de Down.

Fiesta Solidaria de Verano

¡Vamos allá! El domingo 4 de junio participamos en la Fiesta de Verano que prepara el Colegio Tajamar para la asociación Ángeles Urbanos, que trabaja con niños descapacitados sin recursos. Vinieron muchísimos niños de la asociación, así como familias enteras del colegio que colaboraron y se coordinaron genial para que todos los niños estuvieran ubicados y se lo pasaran en grande.

Desde Avanza, un año más, participamos con distintas actividades para los niños y las familias: disfraces, pintura de cara, pomperos, pintura con luz negra, karaoke y slime. ¡Chulísimo!

A las 11 llegaron los niños dispuestos a darlo todo. Les recibimos con la mejor de las sonrisas y con disfraces, globos y pinturas de cara. Realmente estos disfraces molan…alguno parecía un auténtico pirata. ¡El mismísimo Barbanegra!

A continuación, los niños iban rotando por distintas actividades: castillo hinchable, el juego del paracaídas, deportes, algodón de azúcar…¡está fiesta sí que mola!

En el karaoke, Pedro, un voluntario de Avanza, lo daba todo: bailando y preguntando a los niños qué canción querían cantar. ¿Imagináis cuales? Despacito, Súbeme la radio, Madre Tierra y el Waka Waka fueron los reyes de la Fiesta. Pero también hubo tiempo para mover el esqueleto con «Paquito el chocolatero» y para montar varias congas. ¡Que el ritmo no pare!

¿Y quién bailaba con ellos? Un gran equipo: Eli, María, Blanca y Adri no pararon de saltar y bailar. Y aún no sabemos quién se lo pasó mejor…¿ellas o los niños?

Gracias a la pericia de Paloma, Isabel, Álvaro y Jose, instalamos una sala oscura para la pintura con luz negra…¡guauuuuu! Esta actividad siempre es un éxito, ya que la sala se oscurece para que se pueda pintar con pintura que se ilumina gracias a este tipo de luz. Todos los niños se concentran muchísimo y les encanta ver cómo sus dibujos se colorean espectacularmente. Y además, nuestros voluntarios siempre tiene un truquito para la luz negra: un maquillaje especial. ¿Qué tal queda? ¡Todos los niños flipaban! ¡Y los que no somos niños, también!

Y no nos podemos olvidar de nuestro gran equipo circense ;). Durante todo el día hubo un equipo de payasos dirigidos por el mismísimo Fofito que nos divirtieron a todos. ¡Gracias Luis, Alfonso, María, Ana…!

Por último, pero no menos importante, estaba el equipo del slime, o lo que siempre hemos conocido con «flubber» o «moco». Andrea, Lucía e Isabel se encargaron de preparar un slime -¡que también era fosforito!- para cada niño, que se llevaron en un tupper para poder seguir jugando con él en casa.

Un ambiente espectacular, unos voluntarios fantásticos, y sobre todo, unos asistentes que siempre sonríen. ¡Con ellos todo es más fácil!

Al mediodía toca comer, y después de tanta actividad…¡hay hambre! Unas cuantas familias han estado en el «bosquecillo» de Tajamar preparando unas riquísimas paellas y barbacoa para que todos se chupen los dedos.

Ese equipo culinario…¡cómo mola!

Recuperadas las fuerzas es la hora del cine para los niños. Las padres de las familias van a disfrutar de un café con una tertulia muy especial. Nacho, director de Tajamar, presenta a Ángeles Ramos, presidenta de Ángeles Urbanos, que cuenta su testimonio y trayectoria ayudando a personas de un colectivo tan concreto como son las personas discapacitadas y sin recursos.

Ángeles protagonizó un precioso testimonio, contando sus experiencias desde que comenzó a ayudar a muchas personas de la mano de una persona histórica e inigualable: la Madre Teresa de Calcuta. Nos contó cómo en una ocasión fue a una casa a llevar comida. A la vuelta, la Madre Teresa le dijo:

«¿Qué has hecho hoy?».

«Les he llevado la comida a esa familia necesitada».

¿Y qué te has traído? – le volvió a preguntar la Madre.

«Nada, yo he ido a llevarles comida».

«Ha sido un día inútil, entonces» -respondió la Madre Teresa-. «Si no te has traído nada, si no has aprendido nada, ha sido inútil. El que da siempre recibe algo más grande que lo que ha llevado. Y tu no has traído nada. Vuelve mañana y a ver qué traes».

Al día siguiente, Ángeles volvió a ver a esa familia, les llevó comida y les pidió: «Contadme vuestra historia, quienes sois, que necesitáis». La familia le dijo: «Nadie nos ayuda, y todas las noches rogamos a Dios que nos envíe ayuda. Y ayer llegaste tú». Ángeles volvió con una experiencia y una gratitud que nos quiso transmitir.

Nos dejo a todos helados, pensando qué nos llevamos de ese día: la sonrisa de un niño, el abrazo de otro, muestras de cariño y de la alegría que también son de gratitud. Y de gratitud nuestra por poder ayudar.

Podemos ayudar y hacer mucho bien a niños que, aunque siempre sonríen, siempre alegres, pasan por muchas dificultades. Ángeles nos contó las historias detrás de esos niños: una de ellas, de 8 años y con síndrome de Down, muchas veces acude a ella diciéndole: «Ángeles, mi madre está en la cama -tiene depresión-, no se levanta, y no he comido. Ayúdame».

Cada voluntario se llevó algo muy valioso aquel día. Y cada día nos llevamos algo cuando ayudamos a los demás.

Os dejamos el resumen de una voluntaria, y la esencia de lo que se llevó ella aquel día. ¡Gracias! :

«Ayudando como voluntaria en la fiesta de verano me he dado cuenta del esfuerzo, tiempo y ganas que hay detrás de cada evento que organiza Avanza. Esta vez estuve ayudando a una amiga a preparar un experimento en el que los niños fabricaban su propio flubber. Mientras nosotras les ayudábamos a hacer las mezclas me llamó la atención como siempre había algún voluntario preocupándose porque no faltara detalle. Es duro ver a niños con dificultades pero, de esta experiencia, me quedo con su alegría y la ilusión, ¡y las ganas de todos los voluntarios!»

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